AFP via Terra Noticias
03 de junio de 2011
Bernardo y José Pablo, dos guatemaltecos que este viernes llegaron deportados desde Estados Unidos a Guatemala en un grupo de 135 indocumentados, esperan encontrar oportunidades para ganarse la vida en este empobrecido país para no tener que emigrar nuevamente.
Bernardo, de 30 años, cuenta que vivió 12 años en Providence, Rhode Island (noreste de EEUU), y está casado desde hace tres años con una estadounidense, con quien tuvo dos hijos y de los que se encuentra separado actualmente.
Su vida cambió cuando fue detenido por conducir un vehículo sin licencia: estuvo nueve meses preso antes de ser deportado al país donde nació.
"Estoy en mi país y me siento libre", dice Bernardo a la AFP, cuya familia vive en Qhiché (norte) y quien se niega a proporcionar su apellido "por seguridad".
José Pablo, de 27 años, fue capturado por agentes de migración en Estados Unidos, luego de vivir una pesadilla en México, donde fue secuestrado por miembros del temido cartel Los Zetas. Tuvo que pagarles 1.200 dólares para que lo liberaran y continuar su camino hacia el "sueño americano".
"Antes de subir al tren me abordaron unos 'coyotes' (traficantes de indocumentados). Caminaron un poco conmigo y luego me encerraron en una casa. Adentro me apuntaron con fusiles, me dijeron que eran de Los Zetas y me exigieron 1.200 dólares para dejarme ir", cuenta a la AFP.
Con Bernardo y José Pablo suman 12.938 los guatemaltecos deportados desde Estados Unidos en 2011, aunque para este viernes todavía estaba pendiente el aterrizaje de otro vuelo con otros 91 expulsados. El año pasado, llegaron 29.095 deportados.
Muchos migrantes intentan llegar nuevamente a Estados Unidos, desafiando los peligros del paso por México, donde el año pasado 72 migrantes de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil fueron masacrados en una hacienda de Tamaulipas.
Para disuadirlos de intentarlo de nuevo, la Dirección General de Migración de Guatemala y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzaron este viernes un programa destinado a dotarlos de oportunidades laborales en el país.
"Se busca la reintegración sostenible de los repatriados. La estrategia con el sector privado se centra en la reintegración socio-económica de los migrantes vulnerables, mediante el establecimiento de alianzas e iniciativas con responsabilidad social empresarial", dijo el jefe de la Misión de la OIM en Guatemala, Delbert Field.
Por su parte, el director general de Migración, Enrique Degenhart, dijo que la idea es conseguirles empleo aprovechando las experiencias que los repatriados adquirieron en Estados Unidos, como en el caso de Bernardo, quien trabajaba en el mantenimiento de motores y máquinas en diferentes fábricas.
El programa contempla asistencia básica a los recién llegados, con la entrega de elementos de higiene personal, apoyo psicológico, asesoría legal y transporte a sus ciudades y aldeas.
Bernardo dice que, además de procurarse un empleo, buscará la manera de juntarse con esposa e hijos, en Guatemala o en Estados Unidos, donde su esposa contrató un abogado para gestionar su regreso.
José Pablo, quien trabajaba en redes de fibra óptica, dice que espera encontrar un empleo en Guatemala, aunque no está dispuesto a esperar mucho, pues necesita alimentar a sus tres hijos.
Si no consigue algo pronto, partirá de nuevo por tierra hacia Estados Unidos, sin importar los riesgos.
En su anterior viaje, mientras iba en un tren con otros migrantes, se durmió un rato. "Cuando desperté me contaron que dos de ellos se cayeron del tren y murieron", cuenta.
http://noticias.terra.com.pe/internacional/latinoamerica/guatemaltecos-deportados-de-eeuu-esperan-opciones-en-su-pais-para-no-migrar,7f98c1bab6750310VgnVCM4000009bf154d0RCRD.html
