By Jorge Marquez
La Opinión
2011-06-14
(Fontana, CA.) En una de las más recientes visitas al norte de California el presidente Calderón se atreve a exigirle al gobierno de los Estados Unidos más respeto, derecho y dignidad para nuestros compatriotas que se encuentran de manera ilegal en este país.
Como es de esperar, es la misma demagogia de siempre en discursos baratos dándonos siempre la misma historia en sus charlas/conferencias en donde el propósito —según el gobierno mexicano— es de velar por los derechos de sus conciudadanos dentro y fuera de el territorio mexicano para que se le provee al pueblo las necesidades básicas como: seguridad, educación, salud y fuentes de trabajo.
Valga la redundancia de mencionar fuentes de trabajo; en referencia a esta fuente (necesidad básica y fundamental).
Me pregunto —yo como cualquier otro paisano que podría cuestionar a este señor— que con que cara a este país le exige lo que él como dirigente/presidente es el responsable de proveerlos las necesidades básicas antes mencionadas.
No se muerde la lengua este señor, ni se tapa la cara de vergüenza —si es que la tiene— de venir a dar los discursos baratos cuando el gobierno de México es el único culpable de la alta tasa de inmigración.
Ellos son responsables de tanta desigualdad, hambre, falta de oportunidades y separación de familias. Ahora resulta que Estados Unidos es el responsable de la separación de familias cuando alguien es deportado, responsable por falta de oportunidades y falta de igualdad para con nuestros conciudadanos.
No se muerde la lengua este señor al exigir a este gobierno en su propio territorio todas estas desigualdades. En especial, cuando no puede dar esta igualdad en México ni a los centroamericanos cuando lo cruzan en busca de mejores oportunidades. A estas personas como inmigrantes ilegales el gobierno no les da esa mismas garantías que el exige aquí para nosotros.
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